Tengo una brújula que busca sonrisas perdidas y unos guantes de seda para no arañar el corazón de las palabras.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Crónica: La musa del subterráneo. Parte 2

Miércoles, 11:20 pm

Apurada, agitada, nerviosa, impaciente, feliz y ansiosa son sólo algunas de las cosas que sentía mientras recorría la estación del metro con una carpeta amarilla que contenía hojas blancas y un paquete, para llegar hasta las escaleras escondidas. ''Rápido, no quiero llegar tarde y que se haya ido'' pensé para mis adentros. Bajé las escaleras a todo dar, era hora pico, mucha gente como me lo esperaba, pero eso no impedía nada. Subí las otras escaleras, las que dan hacia donde ella usualmente se sienta  y esparce sus dibujos a vender. Volví a bajar otras dos escaleras y corrí. ¡No! Me pasé las escaleras ¿Cómo pude habérmelas pasado si estaba pendiente?

No estaba allí. No había ningún dibujo, ninguna tiza... ninguna musa. Incluso me senté a pensar horas después si la había imaginado a ella. Pero no, mi mamá la ha visto, yo la he visto. No estoy loca.


Hice unas diligencias cerca del metro. Tardé una hora -eterna- para volver a la estación y dirigirme a donde debía pero antes, no sin olvidarme, pasé por las escaleras. Nada. Ni un alma. Me sentí... abandonada. Sé que no debe ser el adjetivo correcto, pero me sentí así.



Jueves, 1:20 pm

Me dirigí a la estación del metro, a ver si la musa estaba ahí. Baje las escaleras, caminé un poco más, antes de llegar a las escaleras vi que la Librería del Sur estaba abierta (es un verdadero milagro) parecieran que trabajan una vez al año y con suerte. Los libros allí son un tesoro y son demasiado económicos. Seguí mi curso y no, definitivamente ella no estaba allí. Volví decepcionada a Plaza Venezuela -caminando- y pensando en qué le ocurrió a la musa. Un compañero de trabajo de mi madre me comentó que los funcionarios del metro estaban ''desalojando'' a todos aquellos buhoneros que vendían en los pasillos del metro. Pero ella no es una buhonera, lo sé, todo el mundo lo sabe. Así que no sé si la musa vuelva. Y no podré pasar más por la estación.

Siento que fallé en mi misión. No sé cuándo vuelva a escribir.


El dibujo de este post y el anterior fue realizado por Flóres Soláno, ilustrador venezolano, pueden ver más en su Instagram: @soyfloressolano

No hay comentarios.:

Publicar un comentario